miércoles, 6 de noviembre de 2013

EL TÉCNICO Y EL USUARIO

¿Hay algo que te falta?, ¿te resulta difícil encontrar trabajo?, ¿ves que tu núcleo familiar se desmorona?, ¿necesitas reorientación?, ¿algún familiar tiene adicciones?, ¿padeces violencia doméstica? Si la respuesta es SÍ a cualquiera de estas preguntas, eres una persona usuaria de los Servicios Sociales, apóyate en un técnico de integración social. Mira a tu alrededor seguro que hay alguien que puedas conocer.

Una persona asistida es aquella su grado de autonomía es menor, va a necesitar más apoyo por parte del Estado y de todos. En los grados de autonomía reside la diferencia y nosotros, los técnicos debemos tener la capacidad de decisión rápida y adecuada para diferenciar entre personas usuarias y asistidas.
Para efectuar una toma de decisiones adecuadas, los técnicos nos basamos en un marco de intervención y mecanismos de control ya establecidos.

Pero por encima de todas las cosas, los técnicos en integración social debemos TENER RESPETO y CONSIDERACIÓN por las personas que atendemos en el día a día, por nuestros usuarios, porque la pasión por nuestra profesión es lo que marcará la diferencia.


A veces, palabras tan de uso cotidiano y normalizado como “viejos”, “drogadictos” y “reclusos” entre otros, distan mucho de establecer un clima de confianza adecuado para trabajar con los colectivos que nos encontraremos en nuestro trabajo. Una de nuestras bases será la NO DISCRIMINACIÓN. Veamos sus claves:

  • Aplicar los criterios objetivamente e informar al usuario con claridad, cuales son sus condiciones de acceso y la situación real en la que se encuentra la persona.
  • Los técnicos debemos explicar los servicios, ayudar a reunir la documentación y acompañar a las personas usuarias durante todo el proceso.
  • Las herramientas claves para los técnicos son un marco teórico contrastado y una legislación y protocolos acordes con los derechos de los ciudadanos.
  • Los técnicos debemos estar lejos de los prejuicios que sin darnos cuenta imponen la sociedad y que solo pueden llevar a errores.

hombre recomponiendo un jarrón roto
Todos formamos trocitos de ese jarrón, a veces nos rompemos, pero siempre hay quien nos ayude a recomponernos”. Rosa Mª Cañete

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